jueves, 3 de febrero de 2011

Una casa domótica por menos de 330 euros

Un proyecto presentado en el laboratorio de ideas de la Campus Party abre una puerta a la vivienda inteligente de bajo coste.

Adaptar una vivienda a un sistema domótico (automatización de una vivienda) tiene un coste aproximado de 6.000 dólares (más de 4.600 euros). Pero, según un proyecto presentado en el área de CP Labs de la Campus Party Brasil 2009, es posible reducir mucho sus costes si se sustituye el servidor que centraliza sus funciones por un ordenador, incluso si es un PC obsoleto. "Yo me propuse construir un prototipo con un límite de 1.000 reales brasileños (algo más de 300 euros) y he logrado montarlo con apenas 450 reales (150 euros)", asegura su creador, Masterson Ricardo dos Santos.

Ante un tribunal formado por dos evaluadores y dos inversores, este ingeniero electrónico explica ante una maqueta de madera de su propia casa -"que es lo más caro del proyecto", afirma- que la idea surgió en el proyecto de final de carrera y se basa en sustituir el servidor CLP (Controladores Lógicos Programables) que permite encender o apagar los aparatos eléctricos de una vivienda mediante la voz presentes en una casa domótica al uso por un PC obsoleto.

En este caso, un añejo Pentium 3 que, pese a que duplica la velocidad y capacidad de memoria del primero, cuesta 200 reales brasileños (70 euros) frente a los 850 reales (280 euros) del CLP.

Valor para los discapacitados:
Su idea, comenta, permitiría instalar sistemas domóticos para activar las luces por medio de la voz en las casas, por ejemplo, de los discapacitados, con lo que facilitaría sus vidas. Para hacer realidad el prototipo, añade, ha tenido que crear un software de reconocimiento de voz para instalarlo en el ordenador y que ha desarrollado gracias a un acuerdo de Microsoft con su universidad y construir de forma artesanal el dispositivo que conecta el ordenador con las luces de la miniatura.

Así, tras un par de intentos frustrados, al sexto intento y tras modificar algunas cosas, consigue encender la bombilla de la maqueta a la orden de "luz baño". Y así con el resto de la hipotética vivienda. Sin embargo, a pesar de lo económico del proceso, admite tras las preguntas de los inversores que no ha contado con el coste de instalar micrófonos de alta sensibilidad en la vivienda, aunque asegura que en la universidad superó un test de mercado.